Como empezó
Monika Grygier, tras dos años trabajando en su estudio de Amer, emprendió la búsqueda de nuevos espacios con mayores posibilidades de crecimiento, encontrándolo finalmente cerca de su residencia en La Cellera de Ter, Can Clos.
El 2 de Enero de 2013 tras asumir la responsabilidad de adecuar éste fantástico espacio, Can Clos, y con la colaboración de grandes profesionales artistas y empresarios, se fundó, en Octubre del mismo año, la Asociación de Gestión Integral de Servicios Socioculturales Idea, estableciéndose su sede en Can Clos.
En estos años, Idea, ha desarrollado sin descanso más de 60 actividades en diferentes ciudades, trabajando para que la Asociación siga adelante y pronto Can Clos pueda abrir sus puertas y llevar a cabo todos los proyectos que están marcados y los que queden por venir.
Son muchos los artistas y autoridades que ya han visitado Can Clos y que, poco a poco, van marcando el carácter y finalidade de Idea, convirtiéndose así, Idea, en un espacio abierto a todas las personas creativas y a todos aquellos proyectos que fomenten la vocación de los visitantes.
Los espacios
El centro dispone de cuatro naves totalmente diáfanas con una superficie de más de 140 m2 cada una. Es aquí donde se articulan los espacios para sala de exposiciones, estudios de trabajo, almacén, sala de cine, teatro y presentaciones, además de 2.500 m2 equipados con taller, cocina, dormitorios para los artistas residentes, sala multimedia y salas polivalentes.
La masía dispone de 17 hectáreas de terreno, entre bosque y espacios abiertos en plena naturaleza, donde se desarrollarán las actividades al aire libre.
Historia de Can Clos por Lluis Llagostera
El linaje
El linaje de los Clos, habitantes de la parroquia antes conocida como Santa Maria de La Cellera d’Anglès, es uno de
los más importantes del término municipal. Su apellido se ha perpetuado desde la Alta Edad Media hasta nuestros días, sin interrupción. Este hecho se da en muy pocas masías de la comarca y eso aún lo hace ser más singular.
El primer documento notarial del que disponemos hoy es de 1289 y es un testimonio de que Can Clos era ya entonces una gran masía en plena expansión. Tenían como vecinos a los Gorners, los Riera, los Gasull y los Berenguer.
Han participado en la vida pública del pueblo y de la parroquia en diferentes etapas de la historia. A lo largo de los años se van emparentando con los Fontanella, los Dalmau, los Farners y los Riera, por lo que serán, al final, herederos de todas las propiedades. En el siglo XIX dejan la casa solariega y se trasladan a Can Dalmau, en la plaza de la Vila de La Cellera de Ter, desde donde continuarán administrando el patrimonio familiar.
Personajes singulares: Ramon de Can Clos (presbítero), Vidal Clos, Bartomeu Clos, Antic Clos y Antoni Clos.
La Masía
Es el típico ejemplo de masía rural, parecida a muchas otras de la comarca. Fue edificada al pie del cerro de Colldegria, donde hace de centinela de gran parte del Plademunt, llanura que rodea el Ter, y del meandro que forma resiguiendo el término de Amer.
El nombre de “Clos” ya denota el significado de una casa cerrada o recluida entre accidentes naturales (la montaña, la mota, etc.) o elementos defensivos. Tal como la vemos en la actualidad, presenta su parte noble orientada a levante.
La fachada tiene una gran puerta dovelada y una ventana trilobulada de piedra caliza del siglo XVI o XVII, sin fecha exacta, al lado de otras ventanas góticas más sencillas de piedra arenisca con algunos elementos decorativos geométricos, sin ninguna inscripción, como las que se pueden ver en masías del siglo XVI de los alrededores. Un pozo al lado de la fachada y un pajar orientado al mediodía enmarcan delante de la casa la era, que aún queda bastante definida.
La cocina, con la chimenea casi intacta del siglo XVII, igual que la bodega y la despensa, sería un buen elemento a conservar.
La amplia sala del primer piso, que daba paso a las habitaciones y que servía para las grandes comidas familiares, con el ventanal gótico que la llenaba de luz, es uno de los espacios poco alterados y digno de ser bien protegido.
Los trabajos que se hacen actualmente dan mucha vida a este singular edificio, que ha visto pasar muchas generaciones de cellerencs y está estrechamente ligado a la historia del país. Si además puede crecer en él un estudio de arte en este siglo XXI, será como hacer renacer esta casona y dar a conocer el paisaje que la rodea a todo el mundo. ¡Ojalá!
El entorno
El río Ter con sus orillas encantadoras, la presa de Susqueda, la armonía entre colinas y valles, la variedad de flora y fauna, las zonas agrícolas y riegos, la agricultura y el pueblo, verdes y colores estacionales, empresas y vías a para peatones…
En este entorno único se encuentra la sede de la asociación Cultural Idea, presidida por Monika Grygier, el Centro de Creación Cultural, en la masía Can Clos. Una importante masía de tres plantas y vertiente a fachada, que se ha mantenido sin alteraciones notables desde su construcción, los s. XV- XVI. La puerta es de medio punto con grandes dovelas y casi todas las ventanas son con impostas, salvo la central, que ostenta un magnífico arco conopial lobulado de calidad artística notable. Adosados a la derecha y exentas ante la fachada hay varias dependencias de trabajo.
Esta casa está situada en el término municipal de La Cellera de Ter, dentro de la demarcación Ter- Brugent , donde hay un interesante reconocimiento por la estética del entorno .